El sábado estuvimos en Rozadas, lugar de la parroquia del mismo nombre, en el concejo de Boal. Allí asistimos a la inauguración de unas placas, una de ellas en memoria del arce centenario y otra que indica el cementerio y vivero de tejos (las otras dos se pusieron en la escuela en recuerdo del último ferreiro -forxa de Herminio de Rubio- y otra en la capilla de un antiguo monasterio).
Esa combinación de vivero y cementerio es singular pero está bien recordar aquella tala injustificada con motivo de las obras de una carretera que nunca debió tener ese trazado, así este lugar se vió privado de unos cuantos ejemplares que hacían de muro de protección de los vientos que llegan de Galicia. La Consejería de Medio Ambiente dio la autorización; hubo alguna que otra carta en prensa y bastante movimiento pero nada se pudo hacer por evitar la tala.
Ahora, cuando vamos por allí, tenemos que visitar al vivero que cuida Félix González Sampedro, a los tejos del campo de la iglesia y a los de Benito. Dejamos una foto del tejo que plantaron Santi y Berta en el conceyu que se celebró allí en 2008.