El tejo de Bustantigo, en el concejo de Allande, ha sido el beneficiario de unas obras de mejora del entorno.
El Ayuntamiento ha decidido seguir protegiendo al árbol y parece que va a solicitar la declaración de Monumento Natural, según se recoge hoy en el diario El Comercio, en una crónica firmada por Belén G. Prieto, en la que se dice:
Además, para favorecer la filtración del agua hacia las raíces, se aplicó una malla anti-hierbas al suelo de la plaza, sobre la que se extendió una capa de grava que hace de pavimento drenante. La actuación incluyó un tratamiento fitosanitario del tejo.
Es evidente que a la vista de los tejos que tienen esa calificación, ser monumento natural no supone gran cosa para el ejemplar. Mientras llega la protección pueden implementar la figura de amparo de interés local con la puesta en marcha de una ordenanza que los proteja; es una buena manera de defenderlos hasta que lleguen figuras «más potentes». La ordenanza, creada por Bernabé y José Moya es fácilmente aplicable y está a disposición de los Ayuntamientos que quieran usarla.
Esperemos que todos estos trabajos sirvan para que el tejo pueda seguir viviendo en un entorno privilegiado como es el de la localidad de Bustantigo, en la ladera del Picoutel, en el valle del río del Ouro.