plantación y custodia de árboles emblemáticos

En el país de las olmas se publica un texto que denominan «PROPUESTA DE UN MODELO  DE ACUERDO PARA LA PLANTACIÓN Y CUSTODIA DE ÁRBOLES EMBLEMÁTICOS» y desde esta bitácora recogemos la idea esperando que administraciones y ciudadanos la pongan en funcionamiento.

En Asturias hay muchos ejemplares que se podrían beneficiar, empezando por los tejos centenarios.

Tejo de Taja

Es una buena noticia la que nos envía José González (¡gracias!) ya que se trata de un tejo que se ha plantado en Taja (Teverga), donde ya hubo uno y que en el listado que me pasó Ignacio Abella figuraba como muerto. En la visita de 2008 lo que había era un agujero curioso como se puede ver en la foto en el lugar donde había estado el ejemplar, en uno de los laterales de la iglesia de Santo Emiliano, y que se ha visto ocupado -de nuevo- por un tejo joven que espero viva allí muchos años. Empezamos bien el mes de mayo.

La cultura del tejo, nueva edición

Acabo de recibir un hermoso regalo, la nueva edición de «La cultura del tejo. Esplendor y decadencia de un patrimonio vital» de Ignacio Abella Mina. Un lujo: tapa blanda, papel ecológico, olor a recién salido de imprenta, con una dedicatoria a los paisanos y paisanas que quiero compartir

Ana María (Sotres), Teresa y David (Santibáñez de la Fuente), Mable (Melendreros), Giordano y Bernabé (ambos de la Millariesga), Manuel (Selorio), María Luisa y Covadonga (Lebeña), Manolo Corces (San Esteban de Cuñaba) … A todos los paisanos y paisanas que conservan la memoria y continúan cuidando y plantando tejos, cultivando aquella tradición ancestral, hermosa y plena de significado. Aportando serenidad, sabiduría y sentido común a un mundo que se precipita

Muy interesante lo que expone el autor sobre los Sitios Históricos de los doce tejos que caen bajo su protección (pág. 131)

«En las primeras versiones del expediente que publicaba el BOPA, se producía como resultado el absurdo de contemplar un área de protección que amparaba completamente las iglesias y cementerios aledaños (como es lógico y normal), mientras alguno de los árboles en cuestión ni sigquiera tenían todo su sistema radicular incluido en esta área. Incluso uno de los ejemplares ni siquiera quedaba protegida toda la copa pues se trazaba la línea para hacerla coincidir con un muro existente junto al tronoco, dejando fuera una gran parte del árbol. Es un fiel reflejo del desprecio que parecen sentir algunos responsables de la cultura oficial respecto a la cultura y la tradición popular«

Mirando por encima, aún no he tenido tiempo para leerlo con calma, es un gusto encontrar tanta información y contada de manera tan amena. Muy bien editado por Librucos y gran trabajo del tratamiento de imágenes.

La Cultura del Tejo

portada La Cultura del Tejo, Ediciones TantinHemos vivido un periodo complicado, cada uno a diferente nivel; esta pandemia nos ha cambiado la vida a todos y tendremos que aprender a vivir en este nuevo escenario. Resistiremos como los tejos y nos adaptaremos como podamos a lo que venga y yo espero que lo hagamos con dignidad.

Tristes momentos hemos vivido con unas cifras de muertos escandalosas, con un descontrol en la gestión mas que evidente y un resurgir con lentitud a medida que el tiempo pasa y las cifras se van haciendo tolerables; aunque no dejan de producir un dolor profundo, no solo a familiares y amigos sinó -en general- a todos los que vivimos en este país.

Empiezo así porque a mí me ha afectado especialmente, me siento extraña, torpe; el confinamiento me aletargó y por ello estuve lenta al comunicar una buena noticia: Ignacio Abella Mina saca una nueva edición de La Cultura del Tejo; es emocionante tener de nuevo el libro de Ignacio para repasar esa Cultura del Tejo que tanto aporta a maneras de afrontar la vida. Gracias Ignacio por el esfuerzo y gracias a Ediciones Tantín por editarlo; no parecen buenos momentos para embarcarse en estos temas y por ello valoro mucho esta iniciativa.

De la anterior edición,

Desde tiempo inmemorial, nuestros abuelos se reunieron al pie de los tejos para celebrar concejos y reuniones, juicios, fiestas y rituales. A lo largo de los siglos, desde el mismo centro de todos los pueblos y aldeas, el viejo y silencioso texu fue emblema de sabiduria y buena vecindad. Símbolo de país, paisaje y paisanaje, de la gente y del territorio.

Ignacio ABELLA MINA (2009)