De nuevo, Ignacio Abella, sigue con sus denuncias sobre la situación de nuestros tejos y tejedas. En este caso, es La Nueva España, en su edición digital la que publica la carta que lleva el nombre de esta entrada. De ella destaco:
De nuevo, Ignacio Abella, sigue con sus denuncias sobre la situación de nuestros tejos y tejedas. En este caso, es La Nueva España, en su edición digital la que publica la carta que lleva el nombre de esta entrada. De ella destaco:
Hoy el periódico La Nueva España en una crónica de B. Morán y R. Díaz se dice que Porrúa pide ayuda a Medio Ambiente para curar a su centenario aguacatero:
Después de ser avisados por el colungués Ignacio Abella de la aparición de una grieta en el tronco del centenario árbol, Llacín pidió ayuda a la Consejería de Medio Ambiente, que envió a expertos a revisar la hendidura y a diagnosticar al aguacatero. Esto ocurrió en marzo y en Porrúa saltaron todas las alarmas. Por el momento se desconocen las causas de la aparición de la fisura en el tronco de este monumental árbol. Se cree que puede ser debido al fuerte viento que sopló este invierno, o también a que el árbol esté enfermo. Pero los motivos que deterioraron su salud no son lo que más importa a los admiradores y amantes de majestuoso ejemplar de aguacate, que puede ser el ejemplar más grande de España y de los más viejos del mundo. Lo que prima ahora es salvarle la vida.
Esperemos que todo esto no llegue tarde y este árbol pueda seguir allí muchos años. La realidad que vivimos con el tejo no nos deja mucho trecho para la esperanza en relación a las actuaciones de la Consejería de Infraestructuras y Medio Ambiente (ya mezclar infraestructuras con medio ambiente no parece lo mas adecuado) al frente de la cual está el señor Buendía y que tiene de Viceconsejera de Medio Ambiente a la señora Belén Fernández; vienen a la memoria los casos de Rozadas, las obras de asfaltado permanente de nuestros pueblos que van a terminar con los tejos de iglesia y conceyu, el pasotismo ante la situación de la tejeda del Sueve, etcétera.
En la noticia, cuyo protagonismo es el aguacatero centenario, aparece también mencionado el tejo de Llanes.
El patrimonio natural astur tiene escasa atención de las administraciones encargadas; menos mal que el mensaje de abandono va calando en la gente y empiezan a denunciar situaciones como las de Llanes. No todo está perdido.
El Real Jardín Botánico de Madrid tiene programados para los meses de mayo y junio unos «cursos, debates y conferencias». El día 2 de junio, a las 19 horas, Emilio Blanco dará una conferencia «El tejo, árbol de la vida, árbol de la muerte» .
Para los que puedan estar interesados dejo el programa:
Hace un tiempo visitamos Samartín de Ondes en el concejo de Belmonte pues nos habían comentado la realización de unas obras en el pueblo que supusieron el hormigonado de las calles y caminos (una práctica habitual en las zonas rurales asturianas que debiera ser realizada con mas cuidado) y que afectó de forma clara al tejo. Este ejemplar, por sus dimensiones estaría bajo la protección del Plan de Manejo del Tejo, pero eso es una batalla perdida en este momento.
Hoy, aparece una noticia en La Nueva España, firmada por Vicente Díaz Peñas, relacionada con este árbol y es que un habitante del pueblo denuncia la situación en la que se encuentra:
El vecino ya ha puesto en conocimiento de la Consejería de Medio Ambiente y del Ayuntamiento el problema de sequedad que sufre el tejo y solicita que se realice un estudio que determine el posible impacto de las obras en el longevo ejemplar. «Yo no soy experto en la materia, pero lo que está claro es que ahora se ve el interior del árbol cuando antes era mucho más frondoso. Por eso es necesario que se estudie el caso y que se actúe para evitar la muerte de un ejemplar tan especial», puntualizó.
Espero que sirva para que a partir de este momento se tenga conciencia del patrimonio natural que poseen los pueblos y cuando se vayan a realizar obras en los mismos se piense un poco en lo que hay y que merece ser conservado.
Este blog nació hace un par de años para hablar del tejo y recoger bastante de lo que pueda publicarse relacionado con este árbol. La tejeda del Sueve fue el origen y a partir de ese momento, con mejor o peor fortuna, hemos ido caminando para avanzar en el conocimiento de este árbol.
Ayer visitamos el Sueve guiados por Ignacio y acompañados por Tom, el día estupendo y la visita emocionante. Esta tejeda tiene un encanto especial, el sonido de los pájaros, alguna que otra vaca que hacía sonar su cencerro, la niebla, las praderas y la combinación perfecta de tejos con hayas, cerezos, matorral, flores hermosas, el ajo del diablo con su olor … un cúmulo de sensaciones quedan en la mente y te hacen sentir en otro mundo, solo la dureza del camino al volver nos fue dando el paso a la realidad del día a día. De las agujetas de hoy mejor no hablo.
En todo el paseo contemplamos ejemplares hermosos, fuimos a saludar al abuelo, estuvimos presentando los respetos al haya púdica, disfrutamos con las formas de algunos de los tejos incorporados en la piedra y con perfiles casi imposibles de imaginar. Pero todo este recorrido dejó clara una cosa solo encontramos un tejo joven, en una roca, de unos cinco centímetros de alto y otro ramoneado hasta el imposible, el resto son ejemplares mayores.
Esto significa que la tejeda está con una regeneración mínima por no decir nula.
Los motivos pueden ser varios pero a nadie se le escapa la presión que existe en el bosque proveniente de los gamos, muy superior a la que podría soportar.
Los gamos se introdujeron en la tejeda allá por 1960 cuando se traen 50 cabezas procedentes del coto del palacio de Riofrío en Segovia de las que 40 se adaptaron perfectamente al hábitat de tal forma que en 1967 los censos ya indicaban la presencia de 200 gamos. Como esto era poco el corzo pareció también recuperarse y en 1976 se localizaron 173 ejemplares, aunque se observó que se desplazaban hacia las partes más bajas de la Reserva. El número de gamos en la actualidad no se conoce con exactitud, ronda las 1000 cabezas y está resultando excesivo para la tejeda.
Desde hace años se viene pidiendo a la administración que tome medidas para intentar salvar la tejeda, los resultados no son los mejores y es de esperar que en algún momento alguien tome este asunto como prioritario y decida poner en marcha medidas para su recuperación. No puede ser que en toda la tejeda nos encontremos con este ejemplar: