Tejos de San Cucao

Ver, oir, sentir, pensar en tejo.

El otro día, finalizando el año 2013, estábamos por el concejo de Llanera y fuimos a visitar al amenazado tejo de Ables y al conjunto de tejos de San Cucao que habían padecido las obras de mejora de la iglesia.

San Cucao es un lugar con mucho encanto con todo el entorno de la iglesia bien cuidado; desde la carretera, la imagen es sugerente y cuando llegamos al lugar vemos que el tejo joven tiene algunos restos de obras bajo su copa, es de esperar que las personas que cuidan ese lugar se den cuenta de que este ejemplar se merece la misma consideración que su compañero y le quiten todos esos restos de ladrillos y demás que allí se encuentran depositados. Suponemos que eliminar la parte de hormigón que existe no va a ser fácil y quizás -dada la edad del tejo- solo debe realizarlo una persona experta en estos ejemplares, así que mejor no tocarlo.

Compartimos una foto desde donde no se ven los depósitos que si se pueden contemplar en este vídeo que hemos realizado.

tejos de Mestas de Con

Algunas localidades asturianas tienen apego por los tejos y Mestas de Con es una de ellas. Posee una bella iglesia románica, la de San Pedro de Con, a cuyo lado agoniza un tejo que se encuentra a las afueras del pueblo y una iglesia nueva que se halla justo al cruzar el puente de Triana sobre el río Güeña y que tiene dos ejemplares pequeños de tejo; esta nueva incorporación al censo hace que el número de tejos vivos sea de 237 pies.

Su estado no es bueno, tienen la copa muy rala aunque la hoja estaba tersa y tenía buen color.

Esperemos que puedan seguir viviendo muchos años.

Tejos de Ribadesella

Este concejo del oriente astur tiene varios tejos en el censo, de ellos solo dos están en el grupo de los 58 y son el de Moro y el de Meluerda, el primero en una situación agónica y el de Meluerda disfrutando de una buena ubicación y respeto por parte de los dueños de la finca aunque hemos observado algunas rodadas bajo la copa del tejo.

Este pie, como el de Moro y alguno que otro mas, se consideran de iglesia aunque estén en una finca privada al lado de la capilla, pero les incluimos en el censo porque pensamos que -en su origen- todos esos terrenos pertenecían a la iglesia.

En el caso de Meluerda, lugar  de la parroquia de Collera y digno de ser visitado con calma, la carretera separa la sobria capilla de San Julián (de tipología popular con pórtico, nave y espadaña) del texu que, con sus casi 15 metros de altura y 310 cm de cuerda, tiene un aspecto envidiable; este pié se encuentra en una casona solariega y tiene como compañeros a otros dos ejemplares aunque de mejor tamaño.

De tejo de Moro no podemos decir lo mismo, situado en una finca donde está suelto el ganado, pisoteadas sus raíces y con gran parte de la copa seca, abundantes rebrotes, su existencia no es la que se podría desear para un ejempar centenario; es mas que evidente que en la segregación de fincas no le ha tocado la mejor parte; separado de la iglesia de San Salvador (s. XIII) por una estrecha carretera. El aspecto de este pie, dos años mas tarde de nuestra visita anterior, es similar, y las posibilidades de mejora son mínimas. Sus 332 cm y unos 10 metros de alto nos permiten contemplarlo según subimos por una estrecha, empinada y curvosa carretera; este es uno de los tejos que duele ver y que tiene un futuro nada prometedor. Hemos preparado un pequeño vídeo en el que se puede contemplar su estado; da sensación de acoso, entre la carretera, los animales, el cercado; pensamos que se merece un trato mejor.

La no carta a los Reyes Magos

Cansados de pedir y no recibir pues este año hemos decidido no hacer la carta; el motivo principal es la poca sensibilidad que tienen nuestros gobernantes ante el medio natural.

Podríamos pedir que se aplique el Plan de Manejo del Tejo, que los ayuntamientos elaboraran una ordenanza de protección de sus árboles notables, que se trabajase en las primeras etapas escolares enseñando la botánica de una manera cercana …

No estaría mal pedir, y lograr, que nuestros políticos comprendieran la delicada situación de los tejos en Asturias e hiciesen algo para paliarla pero sospechamos que no han visto la luz de la que habla Charles Kovacks (Botánica en la Escuela, pag. 13)

Si intentamos entender algo y de repente lo entendemos, sentimos «¡lo tengo!» Es como una repentina chispa de luz. Eso es el pensar, el verdadero pensar, cuando sentimos esa chispa de luz en nosotros mismos.

Feliz 2014