El tejo, un árbol místico y político en peligro

Este es el título que aparece hoy en la edición -digital y papel- de El País de un artículo de Sergio C. Fanjul al que desde aquí queremos agradecer el trabajo. Este proceso de visibilización de estos ejemplares, escasos, raros, singulares, en una sociedad en la que parece abunda todo y no sabe mirar a la naturaleza que nos soporta, mirar con respeto -y eso supone conservar lo heredado, al menos en la medida de nuestras posibilidades- no es fácil.

La foto de Paco Paredes es hermosa, da una imagen idílica de un tejo, el de Bermiego, que no pasa por su mejor momento, víctima de una política -para mí- equivocada de conservación. Muchas visitas, poca protección, suelo colmatado que le impide respirar como merece … en fin, visiones diferentes de las cosas.

Una amiga de los tejos, Ana Caro, me hace llegar el ejemplar en papel que agradezco mucho porque es un soporte que me gusta. Que el diario El País dedique la última página a este artículo es importante para los tejos, a ver si alguien de los encargados de su conservación toma nota y se pone a la tarea. Ya me ha salido el lado crítico, que con esto de la pandemia, se agudiza un poco más. Me alegra saber que el Ayuntamiento de Quirós piensa poner un cercado para que el Tejo de Bermiego (Monumento Natural desde 1995 declarado por Decreto 71/1995).  reciba las visitas y no los abrazos, porque pisar el suelo para estos centenarios no es bueno.

contraportada El País 15 julio 2020

Cuando visito a estos venerables suelo realizar un ejercicio que descubrí hace muchos años en una lectura de verano (Laura Huxley es la autora), que consiste en:

  • ponerse cómodo
  • moverse lo menos posible
  • quedarse quieto

se mira al tejo, no hace falta pensar en el aspecto, solo contemplarlo tal como es, de forma absoluta. Un par de minutos será suficiente. Este contemplar como si fuera la primera vez es lo esencial. Recibirás la belleza. No hace falta tocarlo.

Los Amigos del Texu estamos contentos con este paso más en la visibilización de este árbol. Seguimos en el camino, a pie de tejo, trabajando para que la protección de estos árboles sea efectiva. Gracias Sergio por abrir la mirada.

La cultura del tejo, nueva edición

Acabo de recibir un hermoso regalo, la nueva edición de «La cultura del tejo. Esplendor y decadencia de un patrimonio vital» de Ignacio Abella Mina. Un lujo: tapa blanda, papel ecológico, olor a recién salido de imprenta, con una dedicatoria a los paisanos y paisanas que quiero compartir

Ana María (Sotres), Teresa y David (Santibáñez de la Fuente), Mable (Melendreros), Giordano y Bernabé (ambos de la Millariesga), Manuel (Selorio), María Luisa y Covadonga (Lebeña), Manolo Corces (San Esteban de Cuñaba) … A todos los paisanos y paisanas que conservan la memoria y continúan cuidando y plantando tejos, cultivando aquella tradición ancestral, hermosa y plena de significado. Aportando serenidad, sabiduría y sentido común a un mundo que se precipita

Muy interesante lo que expone el autor sobre los Sitios Históricos de los doce tejos que caen bajo su protección (pág. 131)

«En las primeras versiones del expediente que publicaba el BOPA, se producía como resultado el absurdo de contemplar un área de protección que amparaba completamente las iglesias y cementerios aledaños (como es lógico y normal), mientras alguno de los árboles en cuestión ni sigquiera tenían todo su sistema radicular incluido en esta área. Incluso uno de los ejemplares ni siquiera quedaba protegida toda la copa pues se trazaba la línea para hacerla coincidir con un muro existente junto al tronoco, dejando fuera una gran parte del árbol. Es un fiel reflejo del desprecio que parecen sentir algunos responsables de la cultura oficial respecto a la cultura y la tradición popular«

Mirando por encima, aún no he tenido tiempo para leerlo con calma, es un gusto encontrar tanta información y contada de manera tan amena. Muy bien editado por Librucos y gran trabajo del tratamiento de imágenes.