El otro día, un visitante de la bitácora se puso en contacto con nosotros para comentar que ha decidido plantar tejos en su zona, en principio su objetivo es plantar uno por cada hermano (tiene 5). Lo plantó el 12 de abril y piensa seguir plantando tejos y otros árboles allá por donde resida.
La noticia es buena, y queremos felicitar a César por emplear parte de su tiempo en contribuir a que el número de pies aumente; deseamos que esos ejemplares crezcan sanos y seguro que César nos irá contando un poco como van. Amable Vallina, tiene sucesores en su tarea de plantar tejos. Compartimos una foto que nos envió del tejo:

Esperamos que este tejo viva muchos años. Al hacer esta entrada nos acordamos de un párrafo del libro de Guido Mina di Sospiro que nos apetece recoger no como una aseveración sino como una pregunta a responder por cada uno de nosotros:
La historia del tejo es la historia del Arbol Universal, de todos los arboles y también de todos nosotros, mamíferos antropoides. ¿Dónde si no en Irlanda podríamos hallar esa sensación tangible del duelo de toda una isla que fue bosque y es pradera?