En esta localidad del concejo de Tineo con una rica historia, hay una teja en el campo de la iglesia dedicada a San Salvador; esta parroquia se define como «Naraval: siete brañas y un txugar» y está muy ligada a los vaqueiros y se dice que en esta iglesia había una viga que separaba a xaldos y vaqueiros.
La teja tiene 240 centímetros de cuerda y se encuentra cerca de la puerta lateral del Sur de la iglesia. Perfecto estado. Ha sido podado y tiene asfaltadas las raíces, abundantes arilas y color bueno de las hojas. Está bien armado y su copa mide unos 11 metros de diámetro.
Es de destacar el tronco que parece como si alguien lo hubiese retorcido, el aspecto que presenta es el que aparece en la foto:
amigos del texu 
Es curioso observar como en la naturaleza encontramos plantas que al crecer giran hacia la derecha y otras que lo hacen a la izquierda, a las primeras las podemos denominar dextrógiras o que giran en el mismo sentido de las agujas del reloj, y a las segundas las podemos denominar levógiras o que giran en el sentido contrario al de las agujas del reloj.
Desde nuestra posicion sobre el suelo tambien podemos observar que el cielo gira hacia la derecha, mientras nosotros con la tierra giramos hacia la izquierda, por lo que desde un punto de vista simbólico podríamos considerar a estos árboles levógiros como arboles «terrestres» y a los dextrógiros como árboles «celestes».
Cuanto menos resultaría curioso saber si en el caso del tejo, domina una u otra tendencia y si esta varía entre machos y hembras, pero carezco de esta información. Sin embargo vengo observando, especialmente a través de las fotos editadas en la red, que la mayoria de los ejemplares de tejo fotografiados giran ligeramente hacia la derecha ¿simple curiosidad botánica?…
Por supuesto esta “norma” tiene sus excepciones, podemos ver dos curiosos ejemplares ligeramente “zurdos” en las magníficas fotos de http://mistexos.blogspot.com/search?updated-max=2008-04-24T13%3A05%3A00%2B02%3A00&max-results=7
1) Casa particular en Ferroñes. LLANERA
2) San Juan. Muñó. SIERO
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Este Tejo centenario, cuentan en el pueblo que, lo trasplantó un sacristan de nombre Vicente, al que conocí de niño, de un monte llamado El Fidalgo, en donde apareció tambien una «ara votiva » dedicada al dios prerromano Evedutono Barciaecus. En los años 70 se le sometio a una brutal poda, pues sus ramas amenazaban romper el tejado de la iglesia. Se ignoraba que los tejos no se deben de podar. Por esas mismas fechas se arrancaron unas diez moreras (árboles utilizados para alimentar a los gusanos de seda) situadas en la parte norte de ese mismo templo, cuya procedencia u origen es desconocido en la zona.
A pesar del «atropello» en la actualidad «la teja» goza de una excelen te salud g.D.
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